jueves, 1 de enero de 2009

ALEJANDRO LÓPEZ: EL ARTE HECHO COLOR



Por Georgina Palacios Y Gabriela Palacios


Originario de la ciudad de León, Guanajuato, Alejandro López nos abrió las puertas de su casa para hablarnos acerca su más reciente colección, su exposición anual, su vida, su obra y el camino que ha recorrido para consagrarse como uno de los artistas jóvenes más reconocidos.
Su trabajo habla por sí sólo, basta con ver la excelsa gama cromática y la variedad de símbolos empleados en cada lienzo y grabado para reconocer a este gran artista, que al paso de los años ha entrelazado diversas técnicas para lograr lo que simplemente conceptualiza como “una charla entre amigos”.


Aunque todo el año las puertas de su estudio se encuentran abiertas para conocedores y curiosos, esta exhibición se realiza públicamente solo en una ocasión cada 365 días, en la que puedes convivir directamente con el creador de estas obras plásticas logrando un mejor entendimiento, tanto artísticamente como en la parte decorativa.
Desde los 12 años estudió pintura. Diseñador Gráfico y Artista Plástico de profesión, Alejandro López radicó durante 4 años en Estados Unidos desempeñándose como ilustrador de publicaciones y realizando diversos estudios en pintura y arte, principalmente. Invitado a participar por la Coalición de Artistas Visuales del Jackson Bicollection For The Visual Arts, fue galardonado en dos ocasiones con el primer lugar; asimismo, recibió la mención de “Artista Emergente de la Gente Latina” en dicho país.

Consciente de que sus creaciones son arte pero también mercancías, su objetivo principal es hacer accesible el arte a cualquier nivel, obteniendo primordialmente una gran respuesta entre los jóvenes. Con esto, no pretende hacer una obra superficial sino todo lo contrario, el hecho de hacer accesible una obra no le quita lo profundo del mensaje o la calidad y esfuerzo en su realización. Caracterizada como “Interiorista”, con mensajes sencillos que no proponen temáticas sociales o globales; por el contrario tienden a ser “optimistas” cuyo mensaje es sorprender con las cosas más sencillas, manejando un mundo onírico, muy mexicano y cargado de toda una simbología que entrelaza nuestra cultura y tradición.

Cada trabajo realizado por Alejandro es una continuidad de sí mismo y en su mayoría, encontramos tres elementos característicos: el color, la textura, y las formas. Inspirado básicamente, en las calles del sur de México, el “Realismo Mágico” y perfeccionado por la estilización de la técnica del grabado el estilo de Alejandro López fue perfeccionándose conforme agregaba distintas técnicas propiciando un estilo propio y apetecible a los ojos de cualquiera.

El debate entre la pintura y el grabado han hecho que su trabajo, lejos de truncarse se diversifique, experimentando nuevas técnicas, colores y texturas dando un nuevo enfoque al blanco y negro de las placas.

El camino no ha sido fácil, sin embargo, la labor de Alejandro López no se enfrasca en crear. Otra de sus actividades es la enseñanza mediante talleres de pintura teniendo en la actualidad a 75 alumnos a cargo, mismos que le ayudan a perfeccionarse día a día. Además, su arte es llevado a distintos corporativos que en conjunto con decoradores y arquitectos, llenan de luz y color ciertos espacios de varios edificios de León.

Pero la labor de Alejandro no se queda ahí, parte de su objetivo como ya se había comentado era hacer accesible el arte a todo aquel que quiera adquirir las obras. Y es aquí donde surge la parte altruista, por medio de la exposición y venta de sus obras, beneficia ya sea con un porcentaje o la donación de algunas de estas a instituciones como el DIF, Cruz Roja y diversas ONG con el fin de regresar un poco de lo que la misma gente le ha dado.

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